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| Mapa de Ruta (IGN 1:25.000) |
Punto de partida: FUENTE DÉ.
Desde el cántabro pueblo de Potes cogeremos la carretera de Fuente Dé CA-185, que recorre unos 23 Km y va ganando altura hasta que nos lleva al Teleférico de Fuente Dé, junto al Parador de Turismo. Desde Potes está muy bien señalizado y no tiene pérdida. Frente al teleférico hay un gran parking, al pié del Circo de Fuente Dé y en el propio teleférico hay un pequeño parking. VER EN GOOGLE MAPS
A las 10:00 éramos de los primeros en una interminable cola que esperaba con impaciencia que abrieran las puertas para poder subir hasta El Cable. Aparte de turistas, se ve a mucha gente con macutos y bastones y sabiendo lo popular que es la cima que buscábamos, intuíamos que no seríamos los únicos en ir hacia allí.
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| Subiendo en el teleférico |
Tras un primer viaje sólo para ciclistas, entramos en el primero que sube sólo con personas y en nada estamos arriba. Por el camino podemos ver el Collado de Valdecoro, el Joracao y el Coriscao, ascendidos los días anteriores.
A pesar de haber hecho la subida muchas veces, siempre es un lujo disfrutar de las vistas que te ofrece la cabina acristalada.
En apenas un suspiro, el teleférico te deja en el Cable. Una vez arriba, macutos a la espalda y completar lo que ya es un ritual. Fotos a Peña Remoña, Padiorna y compañía, además del primer vistazo a los Horcados Rojos, momento que aprovechamos para pedir permiso a la montaña para por primera vez, además de admirarla, poder llegar a su cima.
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| Panorámica desde El Cable |
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| Horcados Rojos |
A pesar de algunas nubes amenazantes que tapan viejos conocidos, Horcados Rojos se deja ver y parece dispuesto a dejar que la masa de montañeros que nos dirigimos hacia su cima podamos alcanzarla.
Sin más iniciamos la marcha y comenzamos la ligera subida del camino que nos llevará hasta las Horcadina de los Covarrobres, camino que conocemos ya perfectamente y que nos lleva hacia el primer desvío que debemos tomar en nuestra ruta.
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| Peña Olvidada se esconde entre nubes |
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| La Padiorna quiere dejarse ver |
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| Fauna de la zona |
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| Llegando a la Horcadina de los Covarrobres |
Al llegar a la Horcadina un poste señaliza perfectamente el camino a Espinama y Áliva y hacia Horcados Rojos, marcado como PR 23 - PNPE. Este es nuestro camino así que nos desviamos a la izquierda por las pista que conduce a la Vueltona, camino que ya hicimos hace años para subir a Peña Vieja y Santa Ana.
El Camino discurre entre los muros de Peña Olvidada a la derecha y los Lagos de Lloroza a la izquierda, los cuales por primera vez podemos contemplar ya que las veces anteriores o no tenían agua o tenían varios metros de nieve.
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| Lagos de Lloroza |
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| Pasando frente a los Lagos de Lloroza |
Llegando a la Vueltona comenzamos a pisar los primeros neveros. Ya veníamos avisados, pues el amigo Jesús del Hostal Remoña, el día anterior llamó al guarda de Cabaña Verónica y nos informó que tendríamos nieve, sobre todo a partir del camino al refugio, pero que no ofrecía ningún problema y se podía llegar al Collado de Horcados Rojos sin material de nieve y subir al pico por piedra seca.
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| Llegan los primeros neveros |
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| Ana progresando por la nieve |
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| Subiendo ya dejada la Vueltona atrás |
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| El Pico Tesorero |
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| Admirando las vistas |
La subida ya por piedra suelta se hace cómoda, como siempre, y hasta la roca con la pintada del desvío hacia Horcados Rojos vamos progresando rápidamente y encontramos sólo un par de neveros más que se pasan sin mayor dificultad.
El sol empieza a pegar fuerte y salvo algún momento que se cubre y hace algo de aire, en general hace calor. De momento ni rastro de las tormentas que se habían anunciado.
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| Panorámica desde Torre de Altaiz hasta Horcados Rojos |
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| Mirada atrás |
Una vez alcanzada la piedra donde apenas ya se ve la pintura que marca el desvío hacia la Canalona o hacia Horcados Rojos, nos desviamos a la izquierda, como indica la marca y a partir de ese momento la nieve ya se convierte en algo más que neveritos que hay que pisar y empieza a cubrir de manera uniforme el terreno, dejando pocas partes de roca descubierta.
Por suerte a pesar del grosor de algunas zonas, está dura y se puede progresar sin problemas, con cuidado en alguna zona para evitar algún resbalón.
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| Piedra con las pintadas del desvío |
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| Cara sur de Horcados Rojos |
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| Cabaña Verónica brillando al sol |
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| Senda hacia el Collado de Horcados Rojos |
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| Panorámica del Hoyo sin Tierra |
Tras bordear toda la cara sur de Horcados Rojos, mirando constantemente hacia arriba buscando escaladores que oímos y no vemos, que deben estar subiendo por la clásica de la sur, llegamos a la zona donde se desvían los que van hacia Cabaña Verónica.
Dejamos pasar unos cuantos montañeros vascos y catalanes que nos seguían mientras disfrutamos de las vistas del refugio y el Pico Tesorero antes de empezar el repecho nevado que nos llevará al Collado de Horcados Rojos.
A pesar de la nieve estamos tardando lo que se tarda normalmente y las nubes no parece que traigan agua de modo que no nos importa perder un momento antes de llegar al collado aunque tenemos unas ganas tremendas de llegar y contemplar una de las vistas mas clásicas de los Picos de Europa.
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| Cabaña Verónica ya detrás nuestro |
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| El Tesorero nos invita a visitarlo en otra ocasión |
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| La otra cara de Horcados Rojos |
Y en un plis remontamos una zona rocosa y ante nuestros ojos se abre al fin una vista espectacular. Primero vemos la cima del Naranjo, luego toda su forma y finalmente el Jou de los Boches. Estamos en el Collado de los Horcados Rojos (2.344 m) y es hora de sentarse a contemplar su espectacular vista.
Sólo por imagenes como ésta ya merece la pena el paseo y desde el pico serán aún mejores.
Decidimos parar un rato a beber y sacarnos un montón de fotos. Al que no se anime a subir hasta el pico le recomendamos que llegue alguna vez hasta aquí. Son dos horas de pateo para disfrutar de una vista única.
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| Desde el Collado de Horcados Rojos |
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| El Naranjo de Bulnes |
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| Vista a nuestra espalda |
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| Y lo que nos queda hasta la cima |
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| Panorámica desde el Collado |
Con muchas ganas y a pesar de que la subida no atrae nada desde el collado, comenzamos a ascender los apenas 200 metros de desnivel que nos separan de la cima. Aunque parece muy fiera, en 30 minutos se hace sin problema y sin forzar para nada la marcha.
Desde abajo creíamos que tardaríamos algo más, pero realmente siguiendo las trazas marcadas por el continuo paso de montañeros y eligiendo cuando hay más de una la senda que mejor se adapte a cada uno, se llega arriba antes de lo que uno espera.
Justo antes de la cima hay un paso delicado. Se trata de una repisa de apenas dos palmos para poner los pies y unos seis metros de longitud, que a pesar de tener muy buenos agarres, es muy aérea. Habíamos leído ya antes sobre ella y teníamos curiosidad por verla, pero también sabíamos que por su izquierda y trepando un poco puede salvarse sin ningún problema, evitando así un desliz que te llevaría a una caída fatal. De modo que preferimos la opción de la izquierda y evitar riesgos.
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| Cara norte desde el collado |
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| El Tesorero nos contempla |
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| Y el Urriellu nos acompaña toda la subida |
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| La senda de subida desde su inicio |
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| Vamos Pekeña, un poco mas y llegamos |
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| La repisa desde arriba según la esquivamos |
Y pasada la repisa llegamos a una amplia zona con unos hitos y un buzón oculto entre las rocas. Ya no hay nada más que subir. ¡¡¡Estamos en la cima!!! Después de verla desde lejos en tantas ocasiones hemos subido a la Torre de los Horcados Rojos (2.506 m.) y a pesar de que Peña Vieja y Santa Ana no quieren dejarse ver por las nubes, tenemos unas fantásticas vistas del Naranjo y de todo lo que hay entre él y nosotros, el Tesorero y parte del macizo de los Urrieles.
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| Cima de la Torre de los Horcados Rojos (2.506m) |
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| Buzón de cumbre |
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| Los Jous se ven muy abajo |
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| Panorámica desde la cima |
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| Peña Vieja no se dejó ver |
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| Las nubes cubrían a ratos las vistas |
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| Que lejos se ve el camino por donde hemos venido |
La cima se empezó a parecer a la Torre de Babel. Se oía el castellano, como no, alemán, francés, inglés, euskera, catalán... Montañeros de muchos lugares decidimos subir al mismo sitio esa mañana.
Y como ya nos ha pasado otras veces en otros picos, empezamos a hablar con unos y otros, a sacar fotos de cima a los montañeros que subían solos y a compartir un buen rato con muchos de los que iban llegando.
Allí arriba conocimos a Fernando, de Haro (La Rioja) y a Xabier de Eibar con los que disfrutamos de una agradable charla durante un buen rato e intercambiamos opiniones sobre montaña, algo de comer, hablamos de picos que habíamos subido y nos reímos mucho contando anécdotas.
Mención especial se merece Fernando, el cual estaba constantemente atento a la gente que dudaba por dónde pasar la repisa y rápidamente les daba unas voces para indicar por dónde pasar sin necesidad de arriesgarse a caer.
Él nos hablo de su blog y en su reseña de este día nos menciona y aparecemos, la cual podéis ver aquí . Él tiene gran parte de culpa del empujón definitivo que necesitaba este blog para salir a la luz.
Tras una hora en la cima comenzamos la bajada de nuevo despacito, que nuestras pobres rodillas ya están muy castigadas por las condropatías y tenemos que cuidarlas.
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| Ana bajando |
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| Fernando y Xabier llegando al collado |
Al volver al collado, nos reunimos con Fernando, Xabier y con John, un veterano montañero de Manchester que no os podéis imaginar para la edad que aparenta lo que patea el tío, y nos juntamos para el regreso hacia el Cable.
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| Xabier, John, Fernando y nosotros en el collado (Foto: Fernando Perez) |
Los cinco compartimos el camino de regreso hasta la Vueltona, donde nosotros decidimos parar 10 minutos de descansar las rodillas y ellos continuaron pues voces lejanas les llamaban desde la cafetería de El Cable, en forma de cervezas.
Fueron muy buenos momentos los que pasamos junto a ellos, con algún resbalón incluido, las correspondientes risas y charlando sin parar. En la montaña a veces conoces a este tipo de gente con el que merece la pena hacer camino y sería un placer volver a compartir ruta con cualquiera de ellos.
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| Volviendo en grupo |
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| Camino de vuelta |
Ya en La Vueltona nos despedimos y continuaron el camino. Nosotros paramos 10 minutos y seguimos la media horita que nos quedaba hasta el Cable muy contentos por el gran día que habíamos pasado y pensando en las cervezas que nos esperaban enfriándose en Espinama.
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| Lagos de Lloroza a la vuelta |
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| Panorámica llegando al teleférico |
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| El Joracao desde la cabina del teleférico |
Ya de vuelta en Fuente Dé nos tomamos unas bebidas fresquitas en la furgo mientras cumplíamos el ritual de despedirnos del Circo de Fuente Dé, como cada vez que terminamos los viajes a Picos de Europa.
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| Panorámica del Circo de Fuente Dé |
Con esta ascensión damos por terminada esta escapada de cinco días a Picos de Europa con un buen saldo de montaña en el macuto. Como siempre dejamos cosas pendientes para otro viaje y prometemos volver a estas montañas que tanto queremos y que siempre serán muy especiales para nosotros.
Picos de Europa siempre es una gran idea.
Pero bueno, bueno.... menudo Blog que os habeis montado...
ResponderEliminarMe alegro mucho de que os decidieseis a hacerlo por fin.
Me gusta mucho la estructura que usais y las fotos estan de cine .
Fue un autentico placer coincidir con vosotros en el monte y seguro que nos volvemos a ver , pero si no es asi... por lo menos seguimos en contacto por el Blog.
Un abrazo muy fuerte de todo corazón.
Muchas gracias Fernando
EliminarNos alegramos de que te guste nuestro blog y nuestras fotos.
El placer fue todo nuestro y seguro que volveremos a coincidir.
Te avisaremos cuando vayamos por tu tierra a subir el San Lorenzo o cuando volvamos a Picos para subir el Tesorero por si coincide que estas por allí tu también.
Un fuerte abrazo compañero.