lunes, 16 de enero de 2012

Invernal a Dos Hermanas y Peñalara

Subida invernal a Dos Hermanas y Peñalara 16 - 01 - 2012

Hermana Mayor. 2.285 m y Peñalara. 2.428 m

Ruta: Puerto de Cotos, Mirador de la Gitana, Hermana Menor, Hermana Mayor, Peñalara, Puerto de Cotos


Altitud max. 2.428 m
Altitud min. 1.830 m
Desnivel 600 m
Distancia 10,5 Km

Aprovechando un día libre entre semana y aunque la previsión meteorológica no era muy buena, decidimos cargar crampones y piolet en los macutos y tirar hacia Cotos para hacer algo que ya conocíamos, por si la cosa se ponía muy mal saber por dónde salir.

Queríamos hacer una invernal y Peñalara siempre es una buena idea para pisar nieve. De paso haríamos las cimas de las Dos Hermanas, que normalmente bordeamos, pero que en esta ocasión pretendíamos marcar también como hechas.

De los muchos caminos que hay para subir con nieve, decidimos la ruta clásica por las zetas, por si la niebla nos cogía no estar perdidos en mitad de un corredor y no saber para dónde tirar, aún así la niebla nos alcanzó antes de la Hermana Menor y pudimos habernos perdido a pesar de conocer la zona perfectamente, pues cuando todo es blanco, cielo y suelo, el sentido de la orientación desaparece del todo.


Mapa de Ruta (IGN 1:25.000)
Punto de partida: PUERTO DE COTOS.
Llegaremos subiendo al Puerto de Navacerrada bien por el lado madrileño por la M-601, que sale desde la A-6 a la altura de Collado Villalba, o  bien por la CL-601 subiendo desde el lado segoviano, por la Granja de San Ildefonso. Al llegar a la cima del puerto, cogemos el desvío de la C-604 que nos lleva al Puerto de Cotos, justo junto al desvío de la estación de Valdesquí. En el Puerto hay un gran parking frente a Venta Marcelino, donde dejaremos el vehículo. VER EN GOOGLE MAPS

Ya entre el Puerto de Navacerrada y Cotos vemos la tremenda nevada que cubre la zona desde la misma carretera, encontrando nieve desde los 1600 metros según subimos, pero la carretera está limpia y llegamos a Cotos sin problemas.

Nos abrigamos a tope por los 0ºC que hay en el puerto y cargamos macutos. Nos ponemos en marcha.

Parking de Cotos desde la Pradera
Parece que va a hacer frío hoy
Aunque no nieva en estos momentos, la capa de nieve a medida que avanzamos por la ancha pista es tremenda. No hace aire por esta zona y la nieve está dura. Vamos subiendo por ella sin necesidad de crampones, pues las botas se hunden lo justo como para poder progresar sin ellos.

A pesar de lo bajas que parecían las nubes en el puerto, a medida que vamos ganando altura la visibilidad es buena y nada nos hace pensar que nos meteremos en un banco de niebla.

Avanzando por la pista




Cuerda Larga no se deja ver hoy
Llegamos hasta la zona del desvío al Refugio Zabala y vemos los tres picos. Parece que la niebla está arriba y de momento seguimos. Darnos la vuelta si vemos mal la cosa no será ningún problema. Una retirada a tiempo es una victoria.


Llegamos al desvío del Zabala
Panorámica de Dos Hermanas y Peñalara
La visibilidad es buena a pesar de las nubes

Continuamos con la subida con zonas de nieve más profunda y otras más peladas por el viento, pero de momento sin problemas. Los crampones aún no se hacen necesarios.

Todo va bien hasta que llegamos a la zona de antes de terminar la subida a la Hermana Menor.








Terminando la subida de las zetas, antes de la Hermana Menor, hay un trozo de valla de madera residual, de la que apenas quedan un par de palos. Nos paramos a ver cómo la ventisca la había dejado con nieve pegada y en ese momento las nubes nos alcanzan sin darnos cuenta.

Seguimos por lo que creímos que era el camino normal hacia la Hermana Menor, que se encuentra ya muy cerca de allí, sin percatarnos de que al no tener referencias del horizonte por la nieve y la niebla, realmente estábamos girando a la derecha.

Después de andar lo que nos parecía ya demasiado, vimos una huella en la nieve que nos conducía hacia un trozo de valla de madera que nos resultó conocido... oh oh

Subiendo hacia la Hermana Menor
Valla de Madera
Extrañados por la huella, pues no creíamos que nadie más fuera por allí aquel día, consultamos el GPS y descubrimos lo que Ana sospechó al ver la valla. La huella era nuestra y habíamos tenido suerte de hacer un círculo en lugar de habernos desviado hacia otro lado, pues a pesar de habernos equivocado, habíamos llegado de nuevo al sitio en el cual nos habíamos desviado.

Con las nubes algo más altas y el GPS en la mano decidimos probar a seguir hasta la Hermana Menor y el vivac de Dos Hermanas, donde decidiríamos que hacer. 
Si en unos minutos no habíamos llegado a la Hermana Menor, media vuelta y a casa.

Refugio Zabala desde Dos Hermanas
Siguiendo la dirección buena esta vez, llegamos enseguida a lo que el GPS marca que es la Hermana Menor (2.271 m) y nos hacemos la foto con lo que señaliza el límite entre provincias, ya que estas dos montañas no tienen vértice.


Hermana Menor (2.271 m)
Nos metemos en el vivac de Dos Hermanas a protegernos del aire que empieza a azotar por esta zona. Hace mucho frío y la sensación térmica es horrible.

Tras comer algo tomamos la decisión de seguir adelante mientras veamos y el GPS tenga señal. Si la perdemos o vemos que se cierra la niebla, otra vez vuelta atrás siguiendo nuestra huella.



Momentos de duda sobre si seguir adelante
Temperatura en el vivac
De modo que seguimos adelante, marcando el paso en la nieve para hacer más profunda la huella, por si nos hiciera falta seguirla más adelante que no la tape la ventisca.

Vista atrás desde el vivac
Sin más problemas que el frío y la ventisca que se empieza a levantar llegamos hasta la Hermana Mayor (2.285 m) Paramos lo justo para hacernos la foto y seguir hacia Peñalara. 

El frío no nos deja estar quietos y sacar una mano del guante exterior para sacar una foto, ya que eso supone tener después los dedos helados durante un buen rato.


Hermana Mayor (2.285m)
Y comenzamos el descenso y luego la subida final hacia Peñalara. Comienza a pegar fuerte ventisca en la subida y nos planteamos seriamente renunciar a llegar a Peñalara, pues seguirá allí otro día que queramos subirla con nieve.

Una consulta al GPS nos dice que estamos muy cerca y aunque Ana propone darnos la vuelta, decidimos avanzar un poco más y si el montón de nieve que vemos un poco más adelante no es el vértice, nos volvemos sin problemas.

Efectivamente eso que teníamos delante era el vértice de cima de Peñalara, el cual no distinguíamos antes por los colores del día y la nieve pegada a la cara que veíamos.

Avanzando en la ventisca
El vértice
Peñalara (2.428 m)



Vámonos que aquí no hay quién aguante
En la cima empezó a pegar una ventisca terrible, lanzándonos cristales de hielo a la cara, que pinchan como agujas, y decidimos apenas parar y largarnos de allí rápidamente.

Según bajamos vemos que nuestra huella, hecha hace apenas unos minutos, se está empezando a borrar por lo fuerte que pega el viento, asi que descendemos rápidamente evitando la Hermana Mayor por su cara norte.

En todo momento nos hemos mantenido alejados de los bordes, para evitar las cornisas, ya que no sabemos el grosor que tienen ni dónde empiezan exactamente, no sea que nos acerquemos demasiado a alguna.

Volvemos al vivac, donde paramos un momento y vemos cómo se cubre la montaña de donde venimos. Aquí también pega fuerte el aire, de modo que decidimos seguir bajando para perder altitud rápidamente y salir de la ventisca que nos golpea.

La montaña se cierra

Aquí no nos podemos proteger de la ventisca
Descendiendo rápidamente
La ventisca se vuelve nevada
A medida que perdemos altitud la ventisca deja de ser tal, y la falta de viento por la bajada la convierte en una intensa nevada.

Por suerte, con la nieve se baja muy bien por el camino de las zetas, ya que cubre todas las incómodas piedras del camino permitiendo llevar un paso rápido sin riesgo a pisar mal una piedra y caerse.

Bajamos sin parar hasta llegar al Cobertizo del Depósito, donde nos ponemos a cubierto para comer y beber algo.

No recuerdo haber bajado nunca tan rápido desde Peñalara y aquí estamos al resguardo del frío y la nieve que cae continuamente. Ya estamos muy cerca de Cotos y disfrutamos de una bonita estampa de la nevada.

Tremenda la nevada
A cubierto en el cobertizo
Tengo helado hasta el pelo

Y después de comer y descansar un poco, nos volvemos al puerto antes de que la nevada deje la carretera peligrosa.
Al llegar al Puerto de Cotos vemos que el tiempo ha empeorado muchísimo y nos metemos rápido al coche, el cual encontramos bajo más de un palmo de nieve, a deshelarnos mientras meditamos si ponemos las cadenas.

Aprovechamos que pasa la quitanieves dirección Navacerrada para salir un minuto después tras ella y aún así, la nevada ya había cubierto el asfalto en un momento, lo suficiente como para pillar una plaquita de hielo que nos hace tener un pequeño susto, salvado con un "ligero" contra volante.

Puerto de Cotos a la vuelta
Camino a Navacerrada
Finalmente volvemos a la civilización no nevada y nos vamos a celebrar que estamos de vuelta. Éstas han sido de esas cimas que se disfrutan en el bar, una vez descendidas, debido al frio que hemos pasado, lo que hemos sufrido, el habernos perdido con suerte, las condiciones meteorológicas a la vuelta y el pequeño susto en la carretera de Cotos a Navacerrada.

En resumen, un día que podemos disfrutar a posteriori pero que deberíamos habernos evitado. Cuando las condiciones son tan malas, por bien que conozcas el terreno y bien equipado que vayas, es mejor no salir a la montaña.

Todos los años hay accidentes y rescates en Peñalara y viendo como se pone allí arriba el tema, es fácil saber porqué. De modo que si vais por la zona y veis que la meteo está así de mala, quedaros en el bar o daros una vuelta por la nieve y volveros pronto, que no merece la pena el riesgo.


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